martes, 4 de octubre de 2011

TODAVÍA


Todavía siento tu aliento en la mañana
junto al lóbulo de mi oreja;
y rasco verdades a las jambas de las
puertas entreabiertas.

Todavía crujen mis dedos al filo
de la medianoche y escupen
mentiras que se burlan
de esta pena mia.

Todavía el olor de la papaya
se deja sentir en las noches de verano,
mientras saxofones  melancólicos y
cadenas de corales se anidan
en mis sueños más banales.

Todavía el alba me sorprende
cantando melodías en voz baja,
pretendiendo la voz  que no me pertenece
y  prendiendo maleficios a los caminantes.

Todavía llego tarde
a aquellos sitios en los que tú has estado,
maldigo las agujas de los relojes
y descanso en la mañana
escribiendo en la noche.

Todavía me siguen comiendo los recuerdos
las mentiras por dentro,
escupo las verdades a cualquier instante
y creo en mitad de la noche,
que vuelves  a mi radiante.



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