sábado, 24 de marzo de 2012

Que ganas de lanzarme al mar.

Que ganas de recoger 
estos pedacitos de vida,
plasmarlos en un papel
y lanzarlos en una botella vacía al mar.


Que deseos de ignorar
los besos y caricias falsas
de este corazón inmundo,
liarlos en un manto y 
lanzarlo al mar.


Que ganas de recoger las palabras,
los susurros que falsos han anidado
en mis oídos,
envolverlos en melancolía y 
lanzarlos al mar.

Que anhelo de perderme
en esta inmensidad,
naufragando entre besos de mentiras, 
caricias de espuma
y palabras salinas.

Cuanto deseo de perder este ánimo,
dejarme arrastrar por orillas infinitas,
con huellas que marcan la vida,
con sal en las mejillas.

¡ Que ganas!,
¡que ganas de sentirme viva!,
olvidar guerras perdidas
y sorprenderme en la mañana
con la soledad precisa.

¡Que ganas,
que ganas de lanzarme al mar!.

Sequía otoñal

La primavera se asoma juguetona
y con ganas de estrenar.
El otoño enmudece
con terrones de dulce sequía,
se despide este nuevo día,
y tú y yo volvemos a empezar.
El labio seco se acerca al manantial
de esta vida sin par.
Volvemos a robar un poquito de aire
a esta vida,
volvemos a respirar.
Tengo el alma perdida 
entre revistas y periódicos viejos
en el desván.
Tengo un hueco que no sé
como llenar.
Ni el sol ni la primavera
conseguirá tapar
la sequía de este otoño
que nos vuelve a dejar,
un poco más seco
los corazones , y unas cuantas
incognitas sin contestar.