miércoles, 3 de abril de 2019

Verso perdido

No es fácil escribir sobre uno mismo,
no es fácil abrir la caja de los pensamientos
mucho menos mostrar los sentimientos.

Quizás embestir la pluma
no sirva la para callar la conciencia;
quizás estos versos temblorosos
no consigan frenar mi impaciencia.

Los demonios se retuercen ahí dentro;
donde los pensamientos sangran,
las heridas cicatrizan
y mis besos se hacen eternos
como las mentiras se silencian...se callan,
se hacen silencio entre mis ruinas.

Es tan solo este momento
el delirio llevado al séptimo cielo,
cuando se encuentra el verso preciso,
cuando sale con la naturalidad
de aquel que lo buscó con esmero.

Y si fuera cierto?...

¿Y si todo nos saliera bien?

¿Y si todo los planes fueran
exitosos como el sentimiento
que une a los primeros enamorados,
o el primer beso que surgen en una
noche de verano?

¿Y si la pena no cayera firme
sobre nuestras cabezas
al primer momento
de desavenencia?

¿Y si fueramos nosotros
esos locos desquiciados
y afortunados
a los que les ocurriera
todas estas locuras
imposibles de medir
y de contar?... Y si...

La espera

Roto el silencio
poco queda que contar,
callada y muda la lengua,
enredada entre mentiras
con la pesadumbres a tus pies
y la letra que enmudece;
 empiezas a clarear.

Por violar un verso
te vendiste al mar,
quedas a la deriva
sorteando calumnias;
esperas rezagado
a que alguien venga a tu lado.

Ahogas sentimientos
donde no puedes ahondar;
los sueños se vuelven
sombras de la verdad;
asomas expectante,
el tren se ha vuelto a escapar;
¿cómo estuviste tan tonta?
¿cómo no viste la verdad?;
¿cómo una vez más te sientas...
y vuelves a esperar?