sábado, 24 de marzo de 2012

Que ganas de lanzarme al mar.

Que ganas de recoger 
estos pedacitos de vida,
plasmarlos en un papel
y lanzarlos en una botella vacía al mar.


Que deseos de ignorar
los besos y caricias falsas
de este corazón inmundo,
liarlos en un manto y 
lanzarlo al mar.


Que ganas de recoger las palabras,
los susurros que falsos han anidado
en mis oídos,
envolverlos en melancolía y 
lanzarlos al mar.

Que anhelo de perderme
en esta inmensidad,
naufragando entre besos de mentiras, 
caricias de espuma
y palabras salinas.

Cuanto deseo de perder este ánimo,
dejarme arrastrar por orillas infinitas,
con huellas que marcan la vida,
con sal en las mejillas.

¡ Que ganas!,
¡que ganas de sentirme viva!,
olvidar guerras perdidas
y sorprenderme en la mañana
con la soledad precisa.

¡Que ganas,
que ganas de lanzarme al mar!.

Sequía otoñal

La primavera se asoma juguetona
y con ganas de estrenar.
El otoño enmudece
con terrones de dulce sequía,
se despide este nuevo día,
y tú y yo volvemos a empezar.
El labio seco se acerca al manantial
de esta vida sin par.
Volvemos a robar un poquito de aire
a esta vida,
volvemos a respirar.
Tengo el alma perdida 
entre revistas y periódicos viejos
en el desván.
Tengo un hueco que no sé
como llenar.
Ni el sol ni la primavera
conseguirá tapar
la sequía de este otoño
que nos vuelve a dejar,
un poco más seco
los corazones , y unas cuantas
incognitas sin contestar.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Solo deseo despertar en tus pupilas...

Solo deseo despertar en tus pupilas,
comprobar que me baña el azul de tu mar;
decidir pasear por tus orillas,
dormirme en las cálidas arenas 
toparme con la luz de la luna
y sorprenderme al alba en tu morada...
y para eso; 
solo necesito una sola de tus miradas.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Angel Tristeza

Y ahora que busco musas desesperadamente,
¿dónde encontrar una migaja de inspiración?
Si me encuentro aún más sola
tirada en este sordo rincón.
Lapiz en mano y al ristre
no acierto con un solo verso
que no sea de los tristes.
 ¿Quizás volaron lejos de mí las endorfinas?
O acaso, ya no sangran 
los versos por mi cabeza
a pesar de la nicotina.
De un lado el si, del otro el no,
elevo el ancla, ¿o pesa más mi corazón?.
La duda asalta impertinente,
recuerdos que se esfuman,
alguna promesa incumplida
que se mezcla con las olas y la espuma.
Si te hubiera encontrado antes,
¡oh¡ mucho antes de partir,
mi querido angel lucifer,
no te hubiera dejado vivir.
Pues vagar por estas calles
esnifando melancolía,
es el mayor premio
a esta desidia mia.
Ni las drogas ni el alcohol
consiguen sacar una palabra de amor,
la inspiración se marchó,
en el momento en que tú,
tristeza,
entraste en mi corazón.

Hay veces y hay veces

Hay veces y hay veces.
Hay veces en las que quieres hablar
y otras prefieres callar.
La inmensidad del mar
invita a dejarse llevar,
a tirar conchas y piedritas
a este  espejo cristalino,
que devuelve con las olas
la mitad de lo vivido.
La otra mitad se queda perdida,
en el desatino
de recordar con cariño
todo lo negativo.

Pero hay veces y veces....
y hay veces,
en las que quieres gritar,
exclamar como quien saca
ese clavo atado,
que mancillado por el recuerdo
vuelve impune al pensamiento
cuando lo pensábamos muerto.

En cambio, hay veces y veces...
y hay veces que el silencio
se instala en ese hueco,
que separa la verdad de la mentira,
y queda allí quieto,
esperando que mi arranque de ira
salga al encuentro.
Pero es que hay veces y hay veces...
y hay veces en que esta ira
que llevo dentro,
no sirve para acallar
ni al grito ni al silencio.

Hay veces....