viernes, 28 de mayo de 2021

A veces la noche se tercia fría,
las nubes truenan
y los mares arrojan desperdicios
en la hondonada.

Sientes el escalofrío,
te llega la mano que azota,
las sequías se hacen eternas
en este devenir de derrotas.

El azul del planeta
se descongela en polos derretidos,
el nivel sube hasta tu alma
y desborda tus sentidos.

Los recuerdos escapan por alcantarillas,
se enlodan, se enfangan,
se llena de pétreas gotas de agua.

A veces la noches...se tercia fría...

VACÍO

Por mirar...miro el vacío.
En un cuenco de tus ojos
me derramo en los sentidos,
el vacío no me llena
y la mañana encamino.

Tus ojos me hablan;
pero el ruido sordo del transistor no me dejar mirar
para poder escuchar.
Como dos estatuas de sal,
dos cuerpos equidistantes unidos por un hilo de cristal.
De tu boca salen palabras; 
parecieran mariposas 
que se quiere fugar de este cuadro grotesco y medieval.
El aviso de salida vuelve a recordar
que los pasajeros deben embarcar.
Con tu boca abierta como un tulipán
te deslizas hacia atrás,
arrastras los pies cual fantasma viral.
Te alejas entre la gente y esta boca hambrienta
de tus besos,
se dispone a comerse cada uno de tus recuerdos,
de tus impulsos... de tus anhelos.