Los tipos de interés bajan, las deudas suben, la bursatilidad está en auge y los bancos desahucian a los ingenuos. El mundo se desmorona aquà a mis pies, el sueño de vivir por encima de se ha vuelto a cobrar una vÃctima más.
Y mientras la marea deja mi pies frios y mi cabeza caliente, pienso en como será una noche más. El frio se apoderará de mis caderas, el flujo anidará allá abajo en mis pies; mientras mis entrañas pelean con mis deseos de ser. Cubrirse con la manta será como dilapidarse una vez más. El sueño quedará apartado, me esquivará en la primera esquina, y pasaré horas y minutos tratando de encontrar las huellas de un pasado borrable en las sábanas, plegado a la almohada, atrapado en el aroma de estas cuatro paredes pintadas de reproches. Aún queda alguna palabra amarga en aquel rincón, quizás mañana deba limpiar, no sea que desesperada la saque a pasear. No sea que el aburrimiento se apodere de mi abrazo sutil no sea que oiga las llaves en la cerradura y crea que vuelvas a por mi. No sea.... no sea...ya el sueño me vence y me dejo caer. Parece que el somnÃfero hace su efecto como ha de ser. Ya no siento las piernas, mi cabeza es un nido de pájaros y mis brazos caen en plena laxitud.
Ya vienes a por mÃ, mi querido Morfeo, llevo tanto esperándote llegar, que me acojas en tu fiebre, que me enzalces en tus brazos, que me lleves de aquà lejos. Que me hagas feliz en ese paÃs de los espejos, donde todo es sueño, donde nada es realidad. El somnÃfero me ha vuelto a golpear, esta vez ha sido fuerte, lo he sentido en mi sien, me abandono en tus brazos, no creo que llegue hasta la cama, quedaré aqui tumbada, mirando hacia la pared, no siento mis tobillos y mis labios se entumecen a tu paso. Amigo Morfeo llévame de aquà de una vez, quizás algún dÃa llame a tu amiga muerte, pero para no volver.
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