Todo me habla de tí,
las canciones,
los escritos
los libros en la estantería,
ese cajón vacío,
el despertador que chilla.
Todo me habla de tí,
y sin embargo, es tan poco lo que escucho,
pero al mirar en rededor;
todo me habla de tí.
El vaso de leche del desayuno,
las parejas que caminan abrazadas,
el ruido de una cremallera abrochada;
el rugir de este vaho de la mañana.
Descanso mi nuca sobre la almohada,
ella es la única que no me habla de tí;
porque ella huele a tí,
y el hedor que desprende
sobrecarga mis sentidos,
no me deja respirar,
no me deja ni escuchar;
aún así,
cuando miro en rededor,
todo me habla de tí....
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